Fútbol y hegemonía

Fútbol y hegemonía

La era de las sociedades anónimas: ¿quién gana en el negocio del fútbol moderno?

Por Sandro Angulo Rincón

Desde que comenzó a participar en el fútbol profesional alemán en 1979, el Bayer Leverkusen nunca había ganado una Bundesliga, pero acaba de hacerlo. El equipo tiene su sede en la ciudad de Leverkusen, que cuenta con una población de 163.000 habitantes y está ubicada en el estado de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania. La consecución del título alegra a sus fans y a una parte del mundo del fútbol que vio cómo pudo destronar al Bayer Múnich, escuadra que ha detentado el cuasi monopolio de triunfos de la liga nacional.

El interés de este reportaje no es revelar la fórmula del Bayer Leverkusen para ser campeón por primera vez, sino auscultar la controversial hegemonía de algunos clubes de fútbol -principalmente europeos- que se han perpetuado en el poder deportivo en este siglo. Aquí se toma como referencia el concepto de “hegemonía”, propuesto por el teórico marxista italiano Antonio Gramsci (1891-1937) que explica cómo una clase social mantiene el dominio a través de la fuerza o la coerción y de estrategias discursivas para que sus ideas y valores sean ampliamente aceptados por otras clases como si fueran leyes o hicieran parte del sentido común.

Algunos clubes de fútbol siguen esa lógica hegemónica, promovida por los medios de comunicación y las estrategias empresariales, así como por la flexibilidad de las normas jurídicas para hacer pasar como natural esa superioridad que, en realidad, pocos disfrutan, otros critican y a algunos les es indiferente.

El análisis se realizará a las 10 mejores ligas de Europa y América, de acuerdo con el ranking de la Federación de Historia y Estadística del Fútbol – IFFHS, para conocer qué acciones han provocado las marcadas asimetrías en la competencia. La Serie A de Italia (puesto 1), la Premier League de Inglaterra (2), la Liga de España (3), la Bundesliga de Alemania (5) y la Liga 1 de Francia (6) (el Big 5 de la UEFA) y el Brasileirao (puesto 4) y las ligas de Argentina (10), Colombia (11), Paraguay (13) y Ecuador (17) (CONMEBOL).

No se tienen en cuenta las más mediáticas como la mexicana (36) y estadounidense (63) (CONCAFAF), puesto que el portal puntúa positivamente aquéllas que han sumado victorias relevantes en el 2023.

(En esta primera entrega ahondaremos en el Big 5 y próximamente en los cinco clubes de América).

La eliminación de los topes salariales

El jugador británico Jimmy Hill lideró una campaña para eliminar los topes salariales en el fútbol de Inglaterra en 1960. Él argumentó que, gracias a los futbolistas, la liga de ese país vendía más de 20 millones de entradas por temporada, lo cual los hacía merecedores de sueldos sin límite. Así fue, el trabajo de Hill y el apoyo brindado por los aficionados posibilitó que las autoridades de la liga inglesa cedieran a esta petición, trayendo efectos positivos y negativos en el juego. Positivos, porque los deportistas alcanzaron remuneraciones justas y, negativos, porque a partir de ese año en Europa aparecen unos pocos equipos con capacidad para ganar ligas y campeonatos internacionales, debido a que cuentan con los recursos económicos para comprar los mejores jugadores y, especialmente, para sufragarles grandes salarios, hecho que no se lo pueden permitir clubes de pequeñas ciudades, con débil estructura económica y financiera.

En ese contexto, un futbolista que se destaque en el equipo profesional de su ciudad natal, preferirá dejarlo si tiene una propuesta que multiplique por dos, tres o más su salario actual, salvo que tenga fuertes vínculos emocionales con él. Pensará en su proyección internacional, en la posibilidad de ganar títulos sin tanta dificultad y en que sus hijos vivan en una metrópoli que les brinde un futuro promisorio.

Hoy, aunque la liga estadounidense (MLS) impone un límite fijo para todos los equipos y la Asociación de Clubes Europeos (ECA) sugiere calcular el tope salarial como un porcentaje de los ingresos del equipo para equilibrar la competencia, ambos sistemas no igualan completamente las posibilidades económicas entre los equipos grandes y pequeños.

La triada: sociedades anónimas, televisión y espectadores

Las décadas de este siglo están signadas por la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas. En esta figura legal la propiedad radica en la personas o grupo de personas que tienen más dinero para invertir, lo que les adjudica el derecho de tener voz y voto mayoritario para decidir el porvenir del equipo. Los tradicionales socios de los clubes pueden adquirir acciones, sin embargo, suelen quedar en minoría para participar en la administración de la empresa.

Una sociedad anónima divide el capital en acciones y sus dueños, los accionistas, limitan la responsabilidad al dinero aportado, de manera que sólo pierden la inversión realizada en las acciones y no asumen personalmente las deudas de la empresa. Además, pueden invertir en la bolsa de valores, si así lo dictamina su consejo de administración.

La motivación para que magnates y empresarios les resulte atractivo apropiarse de clubes de esta naturaleza hay que buscarla en la historia de los medios de comunicación. Como lo afirman Ángel Cappa (padre) y María Cappa (hija) en su libro También nos roban el fútbol la retransmisión televisiva de la final de la Liga de Campeones en 1960 entre el Real Madrid (a la postre, el ganador) y el Eintracht Frankfurt despertó el interés de los grandes capitales.

Las razones en estos tiempos son obvias, pero en la década de los 60 era innovador en la difusión de los deportes. La televisión aumentaba la audiencia en los países donde llegaba la señal, el público veía y se sentía interesado por consumir los productos publicitados en el partido y las marcas se iban posicionando en el pensamiento de la afición transnacional. Si a esos rubros se les suma las ganancias por las transferencias de los futbolistas, la cesión de los derechos de televisión, los ingresos por la venta de las entradas a los juegos, los premios por las copas de liga y el merchandising, el negocio es redondo.

Ángel y María Cappa aseguran que al finalizar el siglo XX el modelo era ya muy rentable. ¿Y cuál es el rol del aficionado? El aficionado no es el socio copropietario del club, sino el que gasta dinero para que el dueño mayoritario aumente su capital porque paga la camiseta del equipo, las entradas al estadio y la suscripción de la televisión por cable o por internet (la televisión abierta, gratuita ya casi no transmite los encuentros).

El Big 5

Las ligas de Italia, Inglaterra, España, Alemania y Francia son consideradas las más importantes de Europa por los resultados deportivos de sus clubes, como lo establece la Federación de Historia y Estadística del Fútbol – IFFHS, y porque sus ingresos superan los mil millones de euros cada temporada, así lo señalan los investigadores Luis Carlos Sánchez, Ángel Barajas y Patricio Sánchez en el artículo Fans in the ownership of Big Five leagues: lessons for better football governance (Los aficionados en propiedad de las cinco grandes ligas: lecciones para una mejor gobernanza del fútbol.

Estos réditos son posibles por la llegada de inversionistas nacionales o internacionales que, pese a no tener un vínculo afectivo con los clubes, identifican oportunidades para multiplicar sus ganancias con la hipermercantilización que incluye la cesión de los derechos de transmisión de los partidos en televisión, el aumento de valor de las acciones, la explotación de la pasión de los aficionados, las transferencias de los jugadores, la venta de entradas a los estadios y diversas monetizaciones en redes sociales.

De acuerdo con los investigadores Luis Carlos Sánchez, Ángel Barajas y Patricio Sánchez Fernández, los norteamericanos fueron los primeros inversores en el fútbol europeo, incentivados por la facilidad de la zona euro para poner a circular sus dineros, y ante el fracaso de extender sus competencias internacionales como el fútbol americano (NFL) en Europa.

La transformación de clubes a sociedades anónimas hace parte de esta ecuación, en la que la propiedad de los equipos pasó de estar en los socios/fanáticos a concentrarse en unos pocos accionistas. Este modelo de negocio convierte a los aficionados en consumidores con escasa o nula participación para elegir juntas directivas, controlar y tomar decisiones. El resultado de ello es que los nuevos dueños actúan a su libre albedrío, sin fiscalización, endeudando al club y, por tanto, poniendo en riesgo sus activos, muchas veces bajo el amparo de argucias legales.

El análisis del Big 5

El Calcio de Italia (20 equipos)

Equipo N° títulos Tipo de propiedad Ciudad origen Población
Roma 1 Privada Roma 4.331.974
Juventus 11 Privada Turín 909.000
Milán 3 Privada Milán 3.160.631
Ínter 6 Privada Milán 3.160.631
Napoli 1 Privada Nápoles 950.000
Porcentaje de ganadores sobre el total de equipos: 25%
Porcentaje de ganadores sobre el total de equipos: 25%

En Italia, sólo el 25% de los equipos han obtenido una copa de liga en el siglo XXI de los 20 equipos en competencia cada temporada. La Juventus lidera el ranking con 11 triunfos (el 50% de 22 torneos en total), seguido del Ínter con seis (27,2%). Cabe resaltar que en el Calcio italiano a menudo recaen las sospechas sobre amaño de juegos por apuestas. La justicia de ese país, por ejemplo, no declaró un campeón en la temporada 2004-2005, debido al escándalo conocido como Calciopoli o el escándalo de los partidos arreglados mediante la selección suspicaz de árbitros “favorecedores” que involucró a la Juventud, AC Milan, Fiorentina, Lazio, entre otros.

El modelo de la Serie A es el de una propiedad privada concentrada en accionistas mayoritarios, muchos de ellos pertenecientes a familias poderosas de ese país. Llama la atención que los victoriosos proceden de cuatro ciudades, todos enclaves importantes para el desarrollo económico de Italia, aunque Roma, la capital hace ya 23 años que no ve campeón a sus equipos locales, la Lazio y la Roma.

 

Premier League de Inglaterra (20 equipos)

Equipo N° títulos Tipo de propiedad Ciudad origen Población
Manchester City 7 Privada Manchester 549.992
Arsenal 2 Privada Londres 9.748.003
Manchester United 7 Privada Manchester 549.992
Liverpool 1 Privada Liverpool 922.871
Chelsea 5 Privada Londres 9.748.003
Leicester City 1 Privada Leicester 348.300
Porcentaje de ganadores sobre el total de equipos: 30%

La Premier de Inglaterra es una liga que, en este siglo, registra relativa variedad de equipos (6 que equivalen al 30% de los 20 en competencia) con opciones de ser campeón de las ligas del Big 5. El Manchester City lidera el número de títulos con siete obtenidos en la última década que coincide con la llegada de su nuevo propietario, el Abu Dhabi United Group de los Emiratos Árabes Unidos y con acusaciones de presuntos malos manejos administrativos. De hecho, es probable que El City sea sancionado y multado en este año por incumplir el fair play financiero de la UEFA y 115 normas financieras de la Premier League en nueve temporadas diferentes.

Los cargos apuntan a que los egresos del Manchester United superan a los ingresos y no hay claridad contable sobre diversos gastos operativos. El que haya una inversión económica superando los topes permitidos implica que el equipo presumiblemente se haya desbordado en contratar a los mejores jugadores, entrenador, analista de datos y médicos y nutricionistas para adquirir ventajas competitivas frente a otras escuadras que al parecer sí respetan las reglas.

Esta es una consecuencia de la rivalidad que se aprecia en la Premier League y, en particular, en los otros cinco equipos ganadores del torneo nacional en el siglo XX, cuyo modelo de propiedad se basa en la adquisición de los clubes por inversionistas extranjeros, principalmente de Norteamérica y Asia. Este modelo es más factible que sea rechazado por los equipos con tradición ganadora como el Manchester United (como ciertamente ocurrió), adquirido por la familia Glazer de Estados Unidos y no por los que aspiran a conseguirlos, como el caso del Leicester Football Club, campeón de liga en la temporada 2015-2016, perteneciente a la familia Srivaddhanaprabha de Tailandia, con sede en la ciudad de Leicester de 348.200 habitantes.

El Chelsea FC, según los investigadores Luis Carlos Sánchez, Ángel Barajas y Patricio Sánchez-Fernández, representa una interesante excepción puesto que los aficionados controlan la propiedad del estadio y los derechos de denominación del club a través de la corporación Chelsea Pitch Owner, limitando así el poder del accionista mayoritario, el estadounidense Todd Boehly por medio de su consorcio Clearlake Capital.

Liga de España (20 equipos)
Equipo N° títulos Tipo de propiedad Ciudad origen Población
Barcelona 11 Colectiva Barcelona 1.660.122
Real Madrid 8 Colectiva Madrid 6.783.241
Atlético de Madrid 2 Privada Madrid 6.783.241
Valencia 2 Privada Valencia 839.770
Porcentaje de ganadores sobre el total de equipos: 20%

El torneo en el que muy pocos equipos consiguen el campeonato es la Liga de España. Sólo cuatro lo han ganado, el 20% de los 20 clubes que participan, pero es indudable la supremacía del CF Barcelona con 11 títulos (47,8%) y el Real Madrid con 8 (34,7%). Aunque están constituidos como sociedades anónimas, ambos clubes son dirigidos por sus socios a través de la creación de asociaciones miembro con capacidad para elegir juntas directivas e influir en temas administrativos y deportivos. El Barca cuenta con más de 140 mil socios y el Real Madrid con más de 90 mil. El Atlético de Madrid es de propiedad del Wanda Group corporación china e Idan Ofen, empresario israelí con su Grupo Quantum Pacific, mientras que el Valencia es de Peter Lim a través de la organización Meriton Holdings.

Como se menciona en el artículo Fans in the ownership of Big Five leagues: lessons for better football governance, la liga no ha estado exenta de la polémica, pues los tribunales de justicia de España declararon ilegal que los principales accionistas de varios equipos hayan adquirido acciones del club con recursos, no de ellos mismos, sino del propio club.

La Bundesliga de Alemania (18 equipos)
Equipo N° títulos Tipo de propiedad Ciudad origen Población
Bayer Múnich 17 Colectiva Múnich 1.584.507
Borussia Dortmund 3 Colectiva Dortmund 590.122
Stuttgart 1 Colectiva Stuttgart 636.150
Wolfsburgo 1 Colectiva Wolfsburgo 126.123
Werder Bremen 1 Colectiva Bremen 568.382
Porcentaje de ganadores sobre el total de equipos: 27,7%

En apariencia, el fútbol alemán distribuye en cinco equipos los títulos disputados en el siglo XXI, pues de los 18 equipos profesionales de la Bundesliga cinco han obtenido la copa de la liga, es decir, un 27,7%. Sin embargo, el porcentaje es un sofisma si se tiene en cuenta que de las 23 temporadas el Bayer Múnich ha conquistado 17 (el 73,9%), seguido a gran distancia por el Borussia Dortmund con tres (13%). No obstante, esta hegemonía le valió ser el conjunto más odiado de Alemania en el 2018, según estudio realizado por la Universidad de Braunschweig.

La mayoría de los clubes alemanes tiene una propiedad colectiva, pero dispersa. En otras palabras, deben cumplir la regla del 50 + 1, normativa cuyo objetivo es el de conservar la influencia y el control de los miembros del club en las decisiones transcendentales, de modo que permanezca en el dominio de sus socios y aficionados. Así, al menos el 50% más una de las acciones debe pertenecer a sus miembros, lo cual supone que los inversores externos no pueden tener la mayoría del poder del voto. Aunque la gobernanza del club suele ser más democrática, la Bundesliga, al restringir la influencia del capital foráneo o de grandes corporaciones, no despunta en Europa por las contrataciones millonarias de jugadores, como sí ocurre en la Premier, la Liga de España y la Ligue 1 de Francia.

En este listado de ganadores, hay que destacar al Wolfsburgo, equipo de la ciudad del mismo nombre y con sólo 126.123 habitantes, que obtuvo el primer puesto en la temporada 2008-2009.

La Ligue 1 de Francia (20 equipos)
Equipo N° títulos Tipo de propiedad Ciudad origen Población
PSG 9 Privada París 2.200.000
Olympique Lyon 7 Privada Lyon 515.695
Lille 2 Privada Lille 233.897
Girondins Burdeos 1 Privada Burdeos 257.804
Nantes 1 Privada Nantes 309.346
Montpellier 1 Privada Montpellier 282.000
Olympique Marsella 1 Privada Marsella 870.018
Mónaco 1 Privada Mónaco 38.000
Porcentaje de ganadores sobre el total de equipos: 40%

En la League 1 de Francia, ocho equipos (40%) de los 20 que compiten han sido campeones en este siglo, demostrando que independientemente de la ciudad y del capital existen opciones para obtener títulos nacionales. Sin embargo, un aspecto que destaca en la última década ha sido la hegemonía del París Saint Germán de propiedad del Qatar Sports Investments (QSI), justamente desde que este grupo lo adquirió en el 2011. A partir de la temporada 2012-2013 hasta la 2022-23 ha ganado nueve ligas de 11 posibles, y en el año 2017 realizó la transferencia del jugador brasileño Neymar da Silva Santos Júnior del Barcelona al PSG por 222 millones de euros, constituyéndose en una cifra récord de traspasos en ese momento.

Los equipos franceses están controlados por grandes accionistas, algunos extranjeros como el estadounidense Frank McCourt dueño del Olympique de Marsella o el ruso Dmitry Rybolovlev propietario del Mónaco.

Resistencias y modelos alternativos

El 18 de abril de 2021, seis de los clubes más representativos del fútbol inglés (Arsenal, Chelsea, Mancheter City, Liverpool, Manchester United y Tottenham Hotspur) anunciaron su unión a una nueva súper liga europea con el AC Milán, el Real Madrid, el FC Barcelona, Juventus. Atlético de Madrid y el Ínter de Milán. Al conocer masivamente esa intención, los seguidores del fútbol se movilizaron para resistir la propuesta mediante protestas callejeras, campañas mediáticas y lobby político. El resultado de esta movilización resultó decisivo, pues en 48 horas los líderes de este proyecto excluyente tuvieron que retirarlo definitivamente.

Este es un ejemplo de cómo los aficionados organizados se dieron cuenta de que este grupo de equipos separatistas actuaban en contra de los valores del deporte, en tanto que lo que primaba era concentrar riqueza, discriminar a los clubes con menos renombre, evadir los descensos de categoría, y desviar la atención sobre el sobreendeudamiento debido al parón de ingresos durante la pandemia del Covid-19.

Las acciones de los fans se explican desde la economía moral, concepto que busca recuperar la moral de un entorno económico desligado del razonamiento ético y de los valores sociales más amplios acuñados por los individuos, y que sensibiliza sobre la importancia de las interpretaciones subjetivas del bienestar. Así lo expresa el profesor Daniel Fitzpatrick en su artículo The moral economy of the English football crowd: The European Super League and the contingency of football fan activism (La economía moral del público del fútbol inglés: la súper liga europea y el activismo coyuntural de los aficionados al fútbol). En el caso de la Súper Liga Europea los fanáticos estaban protegiendo los derechos tradicionales, simbólicos, no monetarios, del club que estaban siendo amenazados por discursos mercantiles, traslapados en promesas de más espectáculo y victorias.

En Italia, el Centro Storico Lebowski de Florencia fue fundado en el 2010 como un equipo organizado por los propios aficionados para fortalecer los lazos de cooperación comunitarios. Zachary T. Androus and Lorenzo Giudici, autores del artículo The Deprofessionalization of Football: The People’s Football Movement in Italy (La desprofesionalización del fútbol: El movimiento del fútbol popular en Italia) reseñan la experiencia de este equipo incorporado al calcio populare o el fútbol para el pueblo, movimiento alternativo al fútbol industrial actual. Aunque el Centro Storico Lebowski aún compite en las ligas menores, aspira a llegar a las divisiones profesionales.

El final del encuentro

Revertir la tendencia de sociedades anónimas a clubes en los que los aficionados son copropietarios resulta utópico, mientras que los capitales sigan circulando y reproduciéndose con mínima regulación en el mundo. La postura de Agon&Areté es que para mejorar la gobernanza de los equipos de fútbol profesionales es menester que a los aficionados se les dé más participación en la toma de decisiones administrativas y deportivas. No basta con que a los fanáticos se les recompense su fidelidad con premios simbólicos como los de incorporar un trofeo en un museo.

Asegurar que la conversión a sociedades anónimas y la inclusión de capital extranjero o nacional de empresarios o corporaciones es la única opción para obtener títulos -postura difundida por los partidarios de la propiedad concentrada-, no justifica que se siga desvinculando a los clubes de su base de seguidores, la que evidentemente aporta un parte de los ingresos.

Respecto a la eliminación de los topes salariales de los futbolistas, continuar con esta política es contraproducente para el sano endeudamiento y la sostenibilidad económica de los clubes, incluso para los de los de mayores ingresos. Y un acuerdo legal y ético entre los organismos rectores del fútbol, inversores, gobiernos y aficionados que garantice un equilibrio financiero y económico entre los competidores es fundamental para evitar las hegemonías en el deporte rey.

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